«Lo tome como lo tome, este mundo humano es inhabitable. Cuanto más inhabitable se vuelve, más aumentan las ganas de evadirse en busca de un lugar donde la vida resulte llevadera. Pero te mudes a donde te mudes, no dejará de ser un lugar inhabitable. A partir de este lúcido desengaño germina el poema y se esboza la pintura.
Este mundo no lo han creado divinidades ni diablos. (…) Personas corrientes configuran este mundo inhabitable. Precisamente por eso, no es solución el mudarse a otro país. SI hubiera un lugar donde instalarse, tendría que ser fuera del mundo humano. Pero en una tierra fuera del mundo humano, aún resultaría más difícil vivir.
Dado que no existe un lugar mejor al que mudarse en este mundo inhabitable, la cuestión es cómo hacer llevadera la vida, cómo convertir este mundo, aunque sea por unos instantes, en un espacio confortable».
Kusamakura, Natsume Sōseki.